Tres años atrás Japón se coronó como campeón de la primera edición del Clásico Mundial de Beisbol tras imponerse por 10 carreras a 6 a Cuba. En esta la segunda edición lo volvió a hacer, ganó el Clásico al superar en un duro partido a la República de Corea por 5 a 3 en 10 entradas.
Este era el quinto encuentro entre ambos representativos asiáticos, teniendo un empate a dos en esa serie particular. Era también el octavo encuentro en la historia del Clásico, y aunque la marca favorecía a Corea por 4-3, estaba el antecedente de tres años atrás donde tras dos derrotas Japón vene en la semifinal para a la postre coronarse.
Ante una entrada de 54,846 personas en el Dodger Stadium de Los Ángeles, récord del evento, se desplegó un encuentro digno de una final. Por Corea del Sur, campeón olímpico, inició en la lomita Jung Keun Bong, quien pronto entró en dificultades y salió tras cuatro entradas. En la parte alta de la tercera entrada Seiichi Ogasawara conecta sencillo para impulsar una carrera de parte de Nakahima.
Por Japón abrió el juego Hisachi Iwakuma quien realizó una gran labor permaneciendo en el juego por 7 entradas y dos tercios, aunque antes, en la baja de la quinta, Choo conecta cuadrangular solitario para empatar el juego.
Hiroyuki Nakahima conectó sencillo para impulsar a Kataoha hasta home dando ventaja a Japón por 2-1. El 3-1 llegó en la alta del octavo inning luego de que Akinori Iwamura conectara un fly de sacrificio para dar oportunidad a Seiichi Uchikawa de anotar. Sin embargo en la parte baja del mismo episodio Corea reacciona merced a una carrera anotada por Bum Ho Lee, luego de un flyout de sacrificio de Dae Ho Lee.
Llegando el noveno inning entró el relevista Yu Darvish para sacar los tres últimos outs para dar el campeonato a Japón, pero luego de otorgar un par de bases por bolas y teniendo dos outs, Bum Ho Lee conecta sencillo al jardín derecho para impulsar al corredor emergente Jon Wook Lee y empatar el partido.
En la parte alta de la décima entrada Ichiro Suzuki, quien hasta antes de este juego no se había destacado en mucho, bateó un sencillo al jadín central frente al relevista coreano Chang Yong Lim, para impulsar carreras anotadas por Seiichi Uchikawa y Akinoiri Iwamura y dar ventaja a Japón de 5-3. Para la parte baja nuevamente salió Darvish a la lomita, y aunque permitió enbasarse a dos jugadores, con ponche y flyout sacó los dos primeros outs. El tercero y final llegaría mediante strikeout a K. Jeong. Japón se coronaba de nuevo. Darvish se llevó la victoria mientras que Lim cargó con la derrota.
Como sucedió en 2006, Japón se coronó en el Clásico Mundial, y se reafirmó además el dominio del beisbol asiático, más en concreto de Japón y Corea del Sur. Daisuke Matsuzaka fué nombrado el jugador más valioso, al igual que en 2006. Matsuzaka ganó sus tres salidas al montículo y acumula una marca de 6-0 entre ambas ediciones.
De esta manera finalizó el Clásico, a la espera del próximo en 2013.